10. Don Gato y Matilda (40.000 Euros). Esta pareja de gatos se convirtieron en auténticos aristogatos cuando un bibliotecario (hijo de ministro) de Aberdeen les dejó en herencia 20.000 Euros a cada uno, con el curioso dato de que él era una persona muy tacaña, ya que iba a todos sitios en autobús para no comprarse coche y no tenía calefacción central porque no la veía necesaria.
9. Jasper (100.000 Euros). Su vida cambió cuando en 1994 fue rescatado de un refugio para perros por Diana Myburgh, dueña de una cervecería. Tanto se encariñó la empresaria con su mascota que a su muerte le dejó unos 100.000 euros. Este perro fue el primero que se enzarzó en una batalla legal en Gran Bretaña. Jasper tuvo que pagar de su bolsillo perruno los honorarios legales que ocasionó el juicio en el que se decidió quién debía tener su guardia y custodia.
Se resolvió que su nuevo amo fuera sir Benjamin Slade, yerno de la difunta Myburgh, y éste aconsejó al perro que invirtiera su pequeña fortuna en acciones, lo que hizo que el saldo heredado subiera hasta 200.000 euros. Jasper hasta participó en un programa televisivo para ser declarado la mascota más mimada de Gran Bretaña: viajaba en limusina y su menú habitual consistía en un buen solomillo de buey, filetes de lenguado o mejillones recién traídos de Nueva Zelanda.
8. Tinker (1.000.000 Euros). Este gato fue encontrado en la calle por una solitaria anciana, llamada Margaret Layne, quién además era millonaria, por lo que al ser el único ser del que tuvo apoyo en sus últimos años de vida, decidió dejarle su mansión valorada en 500.000 Euros y una fortuna que ascendía hasta otros tantos. En su testamento especificó que el pequeño felino debía vivir en la casa heredada en compañía de otros dos gatos, tal vez para mitigar la falta de su dueña.
7. Moose (3.500.000 Euros). Se trata del terrier Jack Russel que interpretaba el papel de Eddie en la serie televisiva Frasier. El perro, que escrutaba con mirada fija y penetrante al psiquiatra protagonista de la serie, era el actor que durante la primera temporada recibía más cartas de sus admiradores, lo que sacaba de quicio a Kelsey Grammer, que interpretó a Frasier durante las once temporadas de emisión de la serie.
Cuando contaba con más de diez años, Moose fue sustituido por Enzo, uno de sus hijos, tan dotado para el oficio televisivo como su padre. La mascota del padre de Frasier ganó unos 3,5 millones de dólares por su intervención en la serie y por el número de sus admiradores más de uno pensará que aún merecía un sueldo más alto.
También participó en la película My Dog Skip, poco antes de morir en el año 2006.
6. Flossie (3.600.000 Euros). Le salvó la vida a su dueña, que no es otra que Drew Barrymore, cuando en el año 2002 la casa de Drew se incendió y gracias a los ladridos y llamadas de Flossie Drew pudo ser rescatada por los vecinos. Se sabe que desde entonces, la actriz no deja a sol ni a sombra a su querido can, es más, Flossie tiene un cuarto especial dentro de la mansión en la que vive Drew, en el cual tiene una cama especial con un colchón de plumas traído de la India.
Pero eso no es todo, ya que la fortuna que se estima en 3.6 millones de Euros es la que tiene Flossie en su cuenta bancaria, cortesía de su excéntrica dueña.
5. Conchita (10.000.000 Euros). Este chihuahua posee un fondo monetario de 3 millones de dólares y una mansión de 8.3 millones de dólares en Miami Playa.
Era la pequeña perrita de la heredera Gail Posner, hija del artista Victor Posner, que murió a los 67 años, dejándole a su mascota una mansión valorada en 8,3 millones de dólares y 3 millones de fideicomiso. Sin embargo, Conchita está en medio de una batalla legal con el único hijo de Posner, Bret Carr, que está exigiendo parte de la fortuna.
Posner, que ya cuando vivía llamó la atención de los medios de comunicación por los regalos escandalosamente caros que le hacía a su mascota (collares de diamantes, abriguitos de piel, etc…) planeaba comprarle a Conchita un Range Rover a medida.
4. Trouble (12.000.000 Euros). Al morir en 2007, su dueña, Leona Helmsley, una empresaria de Nueva York, le heredó una fortuna de aproximadamente 12 millones de dólares. En fechas recientes, un arreglo entre los albaceas de la herencia de Helmsley dejó a este maltés blanco con únicamente 2 millones, por lo que diversas asociaciones protectoras de animales han protestado y aún no se sabe cómo acabará el asunto.
3. Keiko (20.000.000 de Euros). Es la conocida orca de Liberad a Willy, la cual consiguió tal fortuna gracias a sus apariciones en las diversas películas y series, además de recaudar bastantes fondos después de que saliese a la luz las deplorables condiciones de vida a las que estaba sometida por la Warner, por lo que se creó una asociación para dejarle finalmente en libertad. Aunque parece que no fue muy buena idea, ya que después de conseguirlo no se supo relacionar con las demás orcas y siempre intentó volver a donde hubiese humanos.
El 12 de diciembre de 2003, Keiko murió repentinamente debido a una neumonía, acudiendo a su funeral cerca de 700 personas.
2. Kalú (60.000.000 Euros). También los chimpancés pueden ser mascotas afortunadas, y ejemplo de ello es Kalú, un chimpancé sudafricano que tuvo la suerte de ser rescatado a la orilla de una carretera por la Condesa Kemoore, que luego lo malcrió y que, como es habitual en estos casos, se preocupó por su futuro dejándole en herencia nada ni da más que 60 millones de euros.
1. Gunther IV(240.000.000 Euros). Heredó de su padre, Gunther III, una fortuna estimada en más de 300 millones de dólares. Él, a su vez, la había heredado por pertenecerle a la condesa alemana Karlotta Libenstein, quien murió en 1992. Al menos esta es la historia oficial de Gunther IV, que muchos ponen en duda debido a la excentricidad de las personas que hay detrás de la Corporación Gunther, que administra el dinero del millonario can.
Hace años Gunther IV, o mejor dicho, su corporación, intentó comprar la suntuosa mansión de Sylvester Stallone en Miami, y las malas lenguas dijeron que no había podido pagar los 27,5 millones de dólares que exigía el actor por el inmueble. Entonces se pusieron en duda las finanzas de la sociedad, la saga de los pastores alemanes de nombres rimbombantes y hasta la existencia de la condesa de Liebenstein.
Lo cierto es que Gunther IV pudo recorrer poco después las ocho habitaciones y el amplio jardín de la casa comprada en esa misma localidad estadounidense a la cantante Madonna. El dinero de esta adquisición, 7,5 millones de dólares, fue pagado por los administradores de Gunther IV en efectivo.
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