10. Tesoro de Yamashita. Es probablemente uno de los mayores misterios sin resolver de la II Guerra Mundial. Al parecer, enormes cantidades de oro y otros objetos valiosos permanecen ocultas en alguna isla del archipiélago filipino a la espera de ser encontradas por algún cazador de tesoros. El origen de estas incalculables riquezas es el saqueo que llevó a cabo el ejército nipón en los países invadidos.
El valor del tesoro es a día de hoy incalculable, ya que estaba compuesto de lingotes de oro y plata, antigüedades chinas, objetos tallados, así como infinidad de piedras preciosas.
Tras la rendición de Japón se perdió totalmente la pista del tesoro, y la verdad, es que resulta sospechosa tanta desinformación sobre el paradero del mismo, lo cual ha llegado a pensar que alguien lo ha podido encontrar a lo largo de la historia, o que simplemente ni se llegó a perder.
Esta es la espada de Yamashita.
9. Tesoro de Lima. Según un inventario oficial, el tesoro comprende al menos, 113 imágenes religiosas, entre las que habrían una de oro del tamaño real de la Virgen María, además de unos 200 cofres de joyas, espadas con empuñadoras de 273 piedras preciosas, más de 1.000 diamantes, coronas de oro sólido, 150 cálices y cientos de barras de oro y plata.
Al parecer los españoles cargaron el tesoro en el buque “María Querida” en 1823, justo en los últimos ´días de dominio castellano por esas tierras, bajo el mando del capitán William Thompson, quien embarcó para México, por aquel entonces aún bajo el dominio español. Sin embargo, con el botín, Thompson se corrompió y se convirtió en pirata, matando a toda la tripulación de dignatarios que iban a bordo entre ellos un obispo. Luego de esto viajó a la isla de Coco (en la imagen) a 350 millas de Costa Rica, donde presuntamente enterró el botín.
8. Arca de la Alianza. Se trataba de una caja o arca que contenía las dos tablas (los Mandamientos o "Las Tablas De La Ley") que, en la Biblia, fueron escritas por Dios mismo y entregadas a Moisés en el Monte Sinaí, la vara florida de Aarón y un vaso de maná. Se guardaba en el Templo de Jerusalén y se llevaba al frente de batalla cada vez que había una guerra. El Arca simboliza la unión de Yahveh con el pueblo, y a ello debe su nombre. Se cree que desapareció con la destrucción del templo de Jerusalén por el rey Nabucodonosor II.
Según se detalla en la Biblia, el Arca estaba hecha de madera de acacia negra, revestida por dentro y por fuera con láminas de oro puro.
ctualmente existen diversas teorías sobre la ubicación actual del Arca de la Alianza. Entre ellas destacan las tres más conocidas, por un lado tenemos las que dicen que se encuentra en el Monte Nebo (Jordania), otros historiadores dicen que en algún momento del tiempo fue llevada a Zimbawe, y por último se comenta también que podría estar en una Iglesia de Etiopía, es decir, que no está perdida, siendo esta la versión más aceptada de las tres.
7. Mesa del Rey Salomón. Se trata de un tesoro que estuvo guardado en el Templo de Jerusalén hasta el año 70. Se cuenta que la Mesa de Salomón consistía en una tabla en la que el rey inscribió el nombre de Dios con el que se tendría la forma de alcanzar el pleno conocimiento y, con él, el pleno poder.La Mesa fue conocida como el “Espejo de Salomón”. Se cree que estaba hecha de madera y oro con muchas esmeraldas engastadas. Además se decía que tenía 365 patas. No se sabe bien si era una auténtica mesa ya que podría ser solamente una tabla, que por traducción pasó a ser considerada mesa.
Salomón al parecer inscribió en ella el nombre de Dios, es decir, el “Nombre del Poder” o Shem Shemaforash. Este nombre es un tabú que no se debe pronunciar ya que permite al que lo pronuncia poseer el poder de la creación. Es el nombre que utilizó Dios para crear el Universo. Como no podía ser pronunciado, ni tampoco ser escrito, el nombre de Dios no estaba grabado directamente en la mesa sino que estaba oculto a modo de algún tipo de acertijo o jeroglífico que permitía descifrar el “Nombre del Poder” pero sin escribirlo.
Las teorías sobre el paradero de la tabla son varias, destacando el que se encuentra en la catedral de Jaén o en Medinaceli.
6. Tesoros de los Faraones. El descubrimiento de la tumba del rey Tutankamón en 1922 reveló el hecho de que había sido enterrado con muchas joyas y riquezas increíbles. Sin embargo, esta no fue la primera vez que se llegó a decir que estos faraones eran enterrados con gran parte del as riquezas que habían adquirido a lo largo de su vida, ya que era bien sabido que los faraones de Egipto, fueron enterrados por lo general con muchas de sus gemas y piedras preciosas. Teniendo en cuenta que se sabe que aún quedan muchísimas tumbas de faraones por descubrir, quién sabe todas las joyas que puede haber perdidas por el Antiguo Egipto.
5. Tesoro de Moctezuma. La búsqueda del tesoro de Moctezuma continúa en el área ab Kan. Cuenta la leyenda que cuando el rey azteca, Moctezuma fue asesinado por su propio pueblo en México en el año 1500, y los conquistadores españoles fueron expulsados de Tenochtitlan, los aztecas tomaron su tesoro y lo escondieron de los españoles. En 1914, cuando Freddy Cristal llegó al Cañón Johnson, al norte de Kanab encontróun recorte de periódico de los petroglifos de México que indicaba que el tesoro de Moctezuma estaba escondido cerca. Seis años más tarde, todo el pueblo de ab Kan estaba viviendo en tiendas de campaña cerca del Cañón Johnson para buscar el preciado tesoro, aunque nadie ha dado con él todavía.
4. Tesoro de Barbanegra. El famoso pirata Barbanegra sólo pasó cerca de dos años (1716-1718) saqueando en alta mar. En ese tiempo, sin embargo, robó una grandiosa fortuna. Mientras los españoles estaban ocupados obteniendo todo el oro y la plata que pudieron sacar de México y Sur América, Barbanegra y sus compañeros esperaban con paciencia, a que los barcos españoles pasaran por su territorio de vuelta a España, ahí era cuando los atacaban.
los investigadores ahora creen que han encontrado los restos del famoso barco de Barbanegra, Queen Anne's Revenge, en el fondo del océano Atlántico.
Los tesoros no sólo contenían oro y monedas de plata, sino que también contenían una gran cantidad de equipo para los saqueos, como cuchillos o morteros.
3. Tesoros de la Atlántida. Según los filósofos griegos, la Atlántida era una avanzada sociedad en una isla que existió hace aproximadamente 9.000 años. Su territorio supuestamente era "mayor en extensión que Libia y Asia juntas", con lujosos palacios, oro y plata abundante, y el mejor suelo y clima en el mundo. Gobernado por 10 príncipes sabios, la riqueza era tan abundante en la Atlántida que pocos de sus habitantes tuvieron que recurrir al trabajo físico. Pero entonces, escribió Platón, los atlantes fueron derrotados en la guerra por otras tribus, siendo la isla sepultada por el mar.
Pues bien, estos tesoros parece que están más cerca de ser descubiertos gracias a nada menos que Google Earth, ya que una perfecta forma rectangular ha sido descubierta por ello a unos 600 kilómetros de la costa noroeste de África, no muy lejos de las Islas Canarias.
2. Mina Kaiseroda. Se trata de una mina de Potasio a 800 metros de profundidad cercana a Berlín, contaba con 50 km de túneles a través de cinco entradas, y fue detectada en 1945 cuando soldados norteamericanos que controlaban el poblado de Merkers, escucharon sorprendidos comentarios acerca del lugar secreto y rumores del tesoro nazi por parte de pobladores.
Dos días después asistieron al lugar dos oficiales del ejército para descender por un ascensor unos 700 metros por la mina. En el lugar, encontraron lo que probablemente sería el mayor tesoro descubierto a lo largo de la historia: en distintos túneles y cuevas hallaron entre otras cosas: mil millones de marcos en 550 bolsas, 8.527 lingotes de oro, monedas de oro francesas, suizas y de EUA, maletas con diamantes, perlas y otras piedras preciosas robadas a las víctimas de los campos de concentración, incluyendo algunos sacos de coronas dentales de oro.
El mayor tesoro de los Nazis, almacenado en un sólo lugar, alcanzaba según cálculos, más del 90 por ciento de las reservas del régimen caído, y fue escondido por orden del Dr. Fung, entonces presidente del ostentoso Reichsbank. Se calcula que el traslado en tren de tamaño tesoro requirió un mínimo de trece vagones.
Además del dinero y el oro, el lugar resultó ser uno de los más grandes depósitos de obras de arte confiscadas por los Nazis, incluyendo pinturas de 15 museos alemanes e importantes libros.
1. Cámara de Ámbar. situada en el Palacio de Catalina de Tsárskoye Seló (cerca de San Petersburgo), fue una lujosa habitación del zar de Rusia consistente en un conjunto de paneles de distintos tamaños, zócalos y muebles formados por miles de astillas de ámbar cuyo precio era doce veces superior al del oro.1
La Cámara fue un regalo de Federico Guillermo I de Prusia al zar Pedro I el Grande para estrechar las relaciones diplomáticas entre ambas naciones. Desde entonces fue ampliada y considerada el orgullo de Rusia, incluso tras la Revolución.
Durante la invasión de la URSS durante la Segunda Guerra Mundial los alemanes incluyeron la joya en la lista de obras de arte para su saqueo y la trasladaron al castillo de Königsberg, donde se perdió su rastro.
En 2003 fue remplazada por una copia, realizada con recursos de empresas alemanas, encabezadas por la compañía Ruhrgas AG. El presidente ruso, Vladímir Putin, y el canciller alemán, Gerhard Schröder, la inauguraron en el final de los festejos del trescientos aniversario de la ciudad de San Petersburgo. Ha sido considerada en muchas ocasiones como "la octava maravilla del mundo".
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